Es bien conocidos por todos que Disney, a través de sus películas, persigue transmitir determinados valores. La amistad, la cooperación, la tolerancia o la persistencia son algunos de ellos. Sin embargo, prácticamente en todas las producciones Disney, está presente una fuerza superior, algo repentino e involuntario, poderoso y debilizante, portador de felicidad y de un motivo para continuar luchando por alguien. Disney y amor, van unidos.
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Este valor tan fundamental, y tan ligado a nuestra condición humana, podemos encontrarlo en películas como La Sirenita, La Bella y la Bestia, Aladdín, La Bella Durmiente, Pulgarcita o Pocahontas. Incluso en los dibujos animados, el amor se presenta como una fuerza poderosa que transforma al más débil en el más resistente, que empuja a ir ansiosamente en la búsqueda del otro. Se reflejan todos los sentimientos que se originan, recordándonos a veces incluso, que el amor también es fuente de dolor...
Finalmente, la decisión de seguir luchando, dependerá de lo fuerte que pueda llegar a latir el corazón del protagonista. Y es que ya lo decía Walt Disney: Si puedes soñarlo, puedes lograrlo.
